Horacio Quiroga y el cuento

Sunday, 23 December 2012 22:12 Administrador
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Hace unos días me enteré de que una magnífica profesora de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Barcelona, Mercedes Serna, daba una clase magistral sobre el cuento y, aprovechando que vivo delante justo de la facultad, vamos que desde mi balcón puedo ver a los alumnos en sus aulas, me deslicé subrepticiamente hacia su clase dispuesto a ensanchar mi conocimiento sobre ese género, quizás el más importante del siglo XX, artísticamente hablando. Me gustaría hacer tres apuntes interesantes acerca de este apasionante tema. Para empezar, es Edgar Alan Poe el primer teórico del cuento, indiscutible, y uno de los mejores escritores de relatos de todos los tiempos, si no el mejor. Pero Horacio Quiroga es quien profundiza en el género y el primero en dotar al relato fantástico de gran nivel y, sobretodo, de crear un cuento universal a partir de algo regional. Ése es su legado. Después ya vinieron RulfoGarcía Márquez, pero Quiroga es el iniciador. No importa tanto lo que cuenta sino cómo lo cuenta para alcanzar un ámbito universal. El tercer gran teórico del cuento es, cómo no, Cortazar, que copia directamente las directrices de Poe y por mediación de sus tres máximas: brevedad, intensidad y tensión, nos transmite que el objetivo final del cuento es someter al lector imaginativa y espiritualmente, en definitiva secuestrarlo, en palabras de Mercedes Serna.
"Su luna de miel fue un largo escalofrío", de esta manera soberbia comienza Quiroga su cuento El almohadón de pluma de 1907. Con una sola frase ya ha captado toda nuestra atención. Gran maestro, Horacio Quiroga. El escritor uruguayo siempre trató de distanciarse de lo que relataba y de no ser moralista, se obsesionaba en escribir con claridad y concisión y su tema principal fue el miedo y los hombres en situaciones límite. Su propia vida fue una auténtica locura (no os la perdáis en Wikipedia), vivió voluntariamente en condiciones de extrema dureza en la selva (lo consideraba esencial para inspirarse y escribir), y muchas de las personas que convivieron con él acabaron suicidándose. Él, por supuesto, también. Os dejo un enlace a su Decálogo del perfecto cuentista. Genial.
En tercer lugar, una apreciación mía: Con todos los respetos a Quiroga y a sus deseos de vivir en plena naturaleza, incluso poniendo en peligro la vida de su familia (quién sabe si lo hacía no sólo por su obra y tal vez era feliz así), yo a quienes admiro de verdad son aquellos escritores que no necesitan experimentar algo por sí mismos, emociones fuertes, peligros o situaciones límite para saber plasmarlas en el papel, y a los que les basta con poseer una gran imaginación y talento para hacernos sentir a los lectores que somos nosotros los que estamos viviendo esas experiencias.
Y, de regalo, ya que hablamos del cuento, os dejo un relato del ahora sí, mejor escritor de cuentos de la historia, Jorge Luis Borges. Ya sé, ya sé, todo el mundo sabe que soy un admirador profundo de sus cuentos, y no soy imparcial, ¿pero acaso alguien lo es? El caso es que este cuento es mi preferido, lo habré leído al menos una decena de veces, es perfecto, sublime. Incluso Borges lo consideraba su mejor cuento y le tenía un cariño especial, quizás porque estaba inspirado en hechos reales de su propia vida. Para el que quiera ampliar conocimientos sobre este cuento en particular aquí tiene un enlace a un estudio interesante: Elementos de lo fantástico en "el Sur" de Borges. Os dejo con El Sur.