Aquí estoy, aquí estoy

Tuesday, 24 January 2012 00:27 Administrador
Print
There are no translations available.

¡Eh! Aquí estoy. No, no me había ido. ¿A dónde voy a ir? ¿Es que acaso podemos escapar de nosotros mismos? Al fin y al cabo este blog lo escribo para mí. Son mis pensamientos que pugnan por salir de mi mente y decido airearlos un poco. Y si alguna persona anónima o algún amigo (a una docena de personas les habré dado el nombre del blog) lo lee y, por una casualidad le ha gustado alguna idea o se ha sentido identificado con algo de lo que he escrito, entonces ya habrá merecido la pena el esfuerzo de compartirlo. Pues estaba escribiendo un relato para un concurso y ya está acabado, mañana lo envío por correo. Quince páginas a 1.5 de interlineado. He escrito una página por día y algunos días dos. Y me he divertido. Y te diviertes tanto porque no estás sujeto por ningún corsé. Escribes lo que quieres y como quieres. Es eso que mezclas cosas que te han pasado con otras que son pura ficción, le añades algún sueño que has conseguido retener en tu memoria y lo endulzas o no con algo de filosofía que te ha enseñado la vida porque la has vivido. Te inventas unos personajes que no son perfectos pero que son intrínsecamente humanos y que dicen cosas que tú has dicho o que te hubiera gustado decir. La historia en esencia está en tu cabeza, más o menos, y va tomando forma poco a poco, se cocina a fuego lento. Es algo así como una vasija de barro que rueda en el torno y a la que tus manos van dando la forma con cariño y con pasión. Y la historia es algo vivo, se mueve contigo, va a donde tu vas. Puede surgir algo importante en cualquier momento, en cualquier lugar. Y puede ser en el jacuzzi del gimnasio o a las tres de la mañana en la cama ya, pero con la cabeza a punto de explotar porque tus pensamientos no paran de bombardearte como partículas excitadas en un tubo de ensayo. Una vez me propuse escribir lo que acontecía en mis sueños si recuperaba algo de consciencia entre sueño y sueño, me puse un bolígrafo en la mano y un bloc de notas debajo de ella y cuando me desperté al día siguiente sólo había conseguido unos garabatos ininteligibles en la libreta y el edredón todo manchado. Es difícil entrar en el mundo de los sueños. Sueños tan reales a veces, que crees que el sueño es la vida real mientras que en otras ocasiones acabas soñando despierto. Os dejo con la primera página de esos dos relatos que me han acompañado últimamente, el resto en primavera, cuando tenga autorización para publicarlos. Ahora, con vuestro permiso, me voy que tengo una cita con Paddy. Lo eché tanto de menos durante tantos años que no me he resistido a reencontrarme con él, esta vez en la ficción. Retomaré la historia de Paddy donde se bifurcaron nuestras vidas y trataré de que mi relato esté a la altura de su leyenda. Tengo tantas ganas de saber qué fue de él desde la última vez que le vi.