Yo te entrego mi vida
Mientras sonrío al abismo
Recorto trocitos de mi tiempo
Para insertarlos en tu piel salvaje
Idolatro tu insigne anatomía
Y me sumerjo en la selva de tus deseos
He montado guardia
En la cornisa de tus ojos
Para ver tu prisma de las cosas
Y he instaurado por decreto
La monarquía de tus besos rotos
Aparqué mal en tu puerta
Mi sensatez desaparecida
Y he cambiado de religión
Mil veces desde que te vi
La primera vez
No puedo vivir sin ti
Y ahora debo vivir sin mí
Todo te lo he dado
Nada me queda
Como un chiflado mortal
Que no sabe que hay
Tras esta absurda adoración
Vivo para morir
En el instante preciso
En el momento perverso
Que decidas acabar
Con todo esto
Tú, que eres inocente
Aunque se demuestre lo contrario
Tú, que cortas la respiración
Con el roce de tus palabras
Con el batir de tus alas
O tan sólo con el verde de tu mirada
Tú, que arrasas corazones al pasar
Y que apuestas al rojo
En tus sádicos juegos de azar
A veces taciturna estrella negra
Que absorbes mi luz
Y congelas mi calor
En el fondo de una botella
A veces adorada muñeca
De mermelada de ron y bailes
Que podrías cambiar si quisieras
El sexo de los ángeles
Yo te miro, tú no me ves
Yo sólo te veo a ti, tú ni me miras
Yo bebo el aire que desperdicias
Tú te borras los tatuajes de mis caricias
Yo vivo de tu olor felino en celo
Tú te ríes de mi vano intento de hacerlo
Yo he visto la felicidad
En la sombra de tu sonrisa
Tú eres tan libre
Como el viento que te agita
Yo soy verdad en tu gran mentira
Tu secreto es un misterio para ti misma
A veces te odio y entonces me detesto
Tú fundes mi tristeza
En la tibieza de tu aliento
Y eso hace que te ame por ello
Es una vorágine de sentimientos
Que me consume por dentro
Pero tú estás fuera de este viaje
Tú eres mi droga letal
La tuya, la seducción sin más
Yo soy yo más tú
Tú, sólo eres tú