Una historia americana no es un cuento de ficción. Colocarlo junto a mis otros relatos era una pequeña broma, un guiño al lector, ya lo he cambiado al menú Mi historia que es donde debe estar. A veces soy un poco travieso. En realidad no me he inventado ni una palabra del relato, todo ocurrió tal como lo he contado. Ayer mismo me fui con mi hermano al cine a ver una peli y le di el texto para ver si encontraba alguna inexactitud o recordaba alguna cosa de manera diferente. Me dijo que las cosas fueron así, tal cual, pero que falta mucho por contar. Tal vez algún día deje caer por el blog más aventuras, hay tantas. Fue un viaje muy especial, el mejor que he hecho, sin duda. Cuando viajas con una mentalidad tan abierta, y eres tan joven, todo lo vives con una intensidad que hace que esas historias se mantengan en tu corazón toda la vida. No soy de guardar mucho las cosas, y no tengo muchos recuerdos de aquel viaje, pero me dio por conservar los tickets de tren de la primera mitad, la de reconocimiento. He hecho un collage con algunos (lo que es disponer de tiempo libre) pero tengo muchos más, los tengo todos.